En la causa del asesinato de Lucas González, el Tribunal Oral en lo Criminal 25 condenó a tres de los policías de la ciudad a prisión perpetua. Dentro de la descripción de los motivos de los que se les halló culpables se declaró que el homicidio fue por «odio racial», entre otros.
El inspector Gabriel Alejandro Isassi, al oficial mayor Juan José López y al oficial Fabián Andrés Nieva fueron declarados coautores del «homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad». Además fueron condenados por “tentativas de homicidio quíntuplemente agravado» de los adolescentes Julián Salas, Joaquín Zúñiga y Niven Huanca.
El resto de los miembros acusados recibieron penas de entre 8 y 4 años de prisión. En el veredicto histórico, también se condenó al efectivo Sebastián Jorge Baidón a 8 años de cárcel e inhabilitación perpetua por «torturas» contra los amigos de Lucas González.
Los jueces ordenaron dejar asentado que Lucas, los tres chicos sobrevivientes y los padres de todos ellos fueron víctimas de violencia institucional. «Nunca antes es en la jurisprudencia argentina existió un fallo de violencia institucional por odio racial» dijo el abogado querellante, Gregorio Dalbón.

EL CRIMEN
Lucas y sus amigos fueron atacados a balazos el 17 de noviembre de 2021 cuando salieron de entrenar del club Barracas Central. Al ser interceptados por una Niisan Tida sin identificación policial, los jóvenes pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar. Los efectivos de la Policía de la Ciudad les dispararon y dos balazos impactaron en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela.