El juicio que investiga la muerte de Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14), Suárez (22) y Camila López (13), y las graves heridas de Rocío Quagliariello (de entonces 13 años), comenzó este martes con la fase de alegatos de los cuatro policias acusados por la llamada «Masacre de San Miguel de Monte».
Este martes los cuatro imputados, el excapitán Rubén Alberto García y los oficiales Leandro Ecilapé, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez, tuvieron la oportunidad de alegato ante el juzgado. El primero en alegar fue el fiscal Mariano Sibuet y luego siguieron las querellas: la abogada Dora Bernardez representante de las familias Domínguez y Suárez; Margarita Jarque, de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), patrocinante de las familias Sansone y López; el letrado Ricardo Minoli a la familia Quagliarello; y finalmente el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) representado por las abogadas Bárbara Juárez y Agustina Lloret.
«Cuando me entero de lo que pasó, cuando dan las edades (de los chicos fallecidos), yo tendría que haber agarrado mi pistola y pegarme un tiro en la cabeza. Me pregunté muchas veces para qué mierda me metí en la policía», dijo García al declarar como acusado ante los 12 miembros del jurado popular y la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Plata.
El excapitan recordó en la declaración que todo comenzó cuando quiso identificar al auto Fiat 147 en el que iban las víctimas, porque vio «un chico con gorra» y, al ver que no se detenía, disparó porque pensó que le «iban a tirar». El hecho fue enmarcado por García quien dijo que le «exigían identificar gente todas las noches».
Ecilape, de 30 años, en los alegatos de apertura pidió a los integrantes del jurado no votar de manera general sino individualizar el voto para darle a cada policía la pena que corresponda. La idea de su abogado era instalar que Ecilape solo manejaba el patrullero y diferenciarlo de aquellos que dispararon.
“No soy ningún criminal, ningún asesino”, aseguró Ecilape. “La persecución está justificada. Nunca se arrancó en una persecución. Lo primero fue hacer una identificación, después de la identificación continúa la persecución”, señaló.
La Masacre de San Miguel del Monte ocurrió en la madrugada del 20 de mayo de 2019, cuando las policías de todo el país se veían impulsadas a actuar siguiendo las pautas de la doctrina Chocobar, enunciada por la entonces ministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich, que posibilitaba disparar por la espalda para evitar la fuga. Los cuatro uniformados persiguieron a los tiros a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un 147 en el que viajaban cuatro adolescentes junto a un joven de 22.
Esta es la recta final del juicio por la muerte de los adolescentes de San Miguel de Monte, en el día de mañana se esperará la sentencia.