Por el femicidio de la jóven de 16 años, el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de Lomas de Zamora condenó este martes a prisión perpetua a Marcelo Villalba y absolvió a Marcos Bazán, el otro acusado que había sido condenado en un primer juicio que luego fue anulado.
El femicidio fue uno de los casos emblemáticos que impulsaron las marchas de Ni Una Menos en el país. La adolescente había sido vista por última vez el 29 de julio de 2017 cuando salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para dar un paseo y el 4 de agosto su cadáver fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina. Este mediodía el tribunal le otorgó a la fiscalía su único pedido: la máxima pena para el imputado Villalba, comprometido por la tenencia del teléfono celular de Anahí y un estudio que confirmó presencia de su ADN en el cuerpo de la víctima.
El pedido de perpetua también estuvo presente en las últimas palabras de la madre de Anahí, Silvia Pérez Vilor, quien dijo sentirse «nada representada por el Estado» en el debate.

En las audiencias anteriores, la fiscal había solicitado la prisión perpetua para Villalba por los delitos de «privación ilegal de la libertad agravada, robo, homicidio triplemente agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género», y «abuso sexual agravado por acceso carnal». Por otro lado se descartó la participación de Bazán en el hecho. El abogado de la madre de la víctima, Guillermo Bernard Krizan, había solicitado para este último 14 años de prisión al considerarlo «partícipe secundario» de los delitos atribuidos al otro acusado y, subsidiariamente, requirió 5 años y 6 meses por el «encubrimiento agravado» de los mismos.
Por su parte, los abogados Manuel Garrido y Camila Calvo, de la organización de derechos humanos Innocence Proyect, solicitaron que sea absuelto al considerar que la acusación es «absolutamente antojadiza» y que «no hay pruebas racionales» que demuestren su participación en el crimen. En esta postura también se proclamó Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, quien además estuvo presente en la sentencia.