La actividad industrial se desplomó un 19,5% interanual en el sexto mes del año, mientras que la capacidad instalada cayó a 54,5% y se derrumbó 14 puntos respecto al mismo mes de 2023. Los alarmantes datos fueron otorgados a través del INDEC y la UIA.
La actividad industrial cayó en junio un 5,7% desestacionalizado respecto a mayo, mientras que la capacidad instalada bajó 2,3 puntos porcentuales respecto al mes previo.
La capacidad instalada del 54,5% en junio fue la segunda menor del año, solo por encima de la de marzo (que fue del 53,4%). Es decir, la cifra fue incluso una décima más baja que la de enero (54,6%), un mes que estacionalmente suele ser el menor del año por las vacaciones del personal.
Con las importaciones todavía pisadas por el cepo, la industria jamás pudo recuperarse de la devaluación y el ajuste de shock de diciembre y enero.
Para alcanzar un nivel similar al actual hay que remontarse a junio de 2020, en plena pandemia, cuando el uso de la maquinaria industrial había sido del 53,3%.
En paralelo, cinco de siete indicadores de la actividad que mide la UIA (Despachos de Cemento, Producción de Autos, demanda de energía de grandes usuarios industriales, patentamiento de maquinaria agrícola e importaciones desde Brasil) tuvieron en junio caídas interanuales mayores que en mayo.
Este escenario general permite desmontar también un argumento de Luis Caputo. El ministro de Economía había asegurado en julio que la recuperación económica no se veía reflejada en las mediciones mensuales porque “junio tuvo 6 días hábiles menos”.
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