La decisión del presidente de abandonar su candidatura a la reelección puso finalmente en marcha una nueva campaña para los demócratas. Arrancan tarde, con las encuestas mayormente en contra y con el desafío que siempre supone hacer historia: la asunción de la primera presidenta negra.
Las voces más influyentes en el Congreso y los principales donantes de la campaña demócrata hicieron saber que habían abandonado al veterano presidente y Joe Biden terminó cediendo hasta abandonar su candidatura a la reelección.
El actual presidente de los Estados Unidos ganó las elecciones primarias por amplia mayoría. Sin embargo, creció la interna en el partido demócrata y los grandes donantes decidieron dejar de enviar dinero al candidato.
De esta manera, los casi 4.000 delegados del partido deberán definir su voto en la Convención Nacional Demócrata de la segunda mitad de agosto.
«Mi primera decisión como el candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y fue la mejor decisión que tomé. Hoy quiero ofrecer mi apoyo y respaldo a Kamala para ser la candidata de nuestro partido este año. Demócratas, es tiempo de unirnos para ganarle a Trump. Hagámoslo», tuiteó Biden, apenas minutos de anunciar que daba un paso al costado en la campaña electoral.
El ex presidente Bill Clinton y la ex candidata presidencial Hillary Clinton apoyaron a la dirigenta negra. También lo hicieron dos de los nombres que más resonaron como alternativas en estos meses, el gobernador de California, Gavin Newsom, y el de Pensilvania, Josh Shapiro.
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