A partir del sábado 1 de marzo, los combustibles tendrán un nuevo aumento en todo el país. El incremento no superará el 3% en promedio, aunque estará por encima de la tasa de devaluación mensual que aplica el Gobierno de Javier Milei.
Las refinerías locales ajustan sus precios de acuerdo con el valor de paridad de importación, por lo que las fluctuaciones del crudo Brent tienen un impacto directo. Si bien el mes pasado el precio internacional del petróleo mostró una baja, en los últimos días inició una recuperación que podría influir en futuros aumentos.
YPF y la estrategia de aumentos graduales
El CEO de YPF, Horacio Marín, explicó que la compañía estatal adopta una estrategia de promediar los incrementos para evitar subas bruscas. “Hemos hecho un proceso matemático para no generar picos de aumentos y picos de baja. Me parece que no estamos acostumbrados y no sería bien tomado por los consumidores”, afirmó.
Además, señaló que cualquier ajuste en los precios será moderado y que la empresa está en negociaciones con el Gobierno nacional para definir los próximos movimientos.
Factores que presionan al alza
Entre las principales causas que impulsan los aumentos de los combustibles se destacan:
– Biocombustibles: en febrero, el Gobierno fijó una nueva suba en los precios de referencia del biodiésel y el bioetanol, utilizados en la mezcla con gasoil y nafta.
– Impuestos postergados: desde mayo de 2024, el Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono no se aplica en su totalidad. Si se actualizara completamente, el precio de los combustibles subiría más de 200 pesos por litro.
Mientras las petroleras insisten en la necesidad de ajustar los precios por el aumento de costos, el plan económico de Luis “Toto” Caputo busca contener los incrementos para mitigar el impacto inflacionario.