En el marco de un Congreso en Estados Unidos, Sam Altman, cofundador y CEO de la empresa OpenAI, se mostró a favor de una regulación con licencias obligatorias sobre la inteligencia artificial (IA).
Durante su discurso ante un subcomité del Senado, Altman enumeró los beneficios que puede traer el uso adecuado de IA en diversas áreas y temas de la sociedad. Desde la medicina hasta el cambio climático.
Sin embargo, ha hecho un gran énfasis sobre la necesaria intervención de los gobiernos del mundo para asegurar que estas herramientas se desarrollen y apliquen respetando los derechos y las libertades de los ciudadanos.
«Creemos que la intervención regulatoria de los gobiernos será crucial para mitigar los riesgos de modelos cada vez más potentes», explicó el CEO e igualmente, con la intención de dar tranquilidad, afirmó que «los beneficios de las herramientas que hemos desarrollado hasta ahora superan ampliamente los riesgos».
Las declaraciones de Altman se dan en medio de una preocupación generalizada acerca del alcance e impacto de la inteligencia artificial, de los modos en que puede afectar a la sociedad, cómo puede producir la perdida de empleos y la generación de contenidos falsos (tal cual ocurrió con las fotos de Papa Francisco).
«Es fundamental que la IA más potente se desarrolle con valores democráticos, lo que significa que el liderazgo de Estados Unidos es determinante», expresó.
Actualmente, se piden ciertos requisitos de licencia o registro para la IA con ciertas capacidades. De esa forma, los gobiernos pueden pedir a las empresas que cumplan con estándares de seguridad, por ejemplo, publicando los sistemas antes de su lanzamiento y publicando los resultados.