El secretario general de APINTA, Paulo García pasó por los micrófonos de Radio Búnker para denunciar «el enojo de los grandes productores agropecuarios porque venimos reclamando mayor participación de los trabajadores en las decisiones del organismo».
El dirigente gremial recordó en El Dedo en la Llaga que «durante el gobierno de Cambiemos quisieron vender las tierras del INTA Castelar y dijeron que sobraban mil trabajadores».
«Desde nuestros lugares de trabajo estamos dispuestos a dar la pelea, en un organismo que les paga a los consejeros que representan a la sociedad rural más de 23 millones de pesos por 22 reuniones de trabajo durante el año pasado», remató.