El presidente Alberto Fernández viajó a «Vaca Muerta», Neuquén, para inaugurar las obras de gasoductos «Néstor Kirchner», operaciones de la petrolera de gestión estatal YPF, a 10 años de la estatización del 51% de las acciones de la petrolera (el aniversario se cumplió el pasado fin de semana).
Lo hará rodeado de todo el equipo energético, un área que controlan la vicepresidenta Cristina Kirchner y el diputado Máximo Kirchner a través de funcionarios de su confianza y que mantiene sus diferencias con la Casa Rosada y el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien está en Washington DC en la reunión del Fondo Monetario.
El financiamiento será con presupuesto del Tesoro (cobro de impuestos, colocación de deuda y emisión monetaria), además de la recaudación del aporte de las grandes fortunas por unos u$s 500 millones. Todavía debe lanzarse la licitación de la obra civil, por ahora sin fecha cierta.
Las licitaciones de las distintas etapas están a cargo de la empresa estatal Integración Energética Argentina (Ieasa, ex Enarsa). La provisión de caños tuvo un solo oferente: fue Siat Tenaris -Techint-, por poco menos de 600 millones de dólares.
En tanto, las otras obras de la etapa I del Plan Transport.Ar como tramos complementarios (por ejemplo el gasoducto Mercedes-Cardales) y la propia construcción del gasoducto que irá desde Tratayén hasta Salliqueló tendrían un costo cercano a los u$s 1000 millones.