Con menos de la mitad de la capacidad instalada funcionando, la industria textil enfrenta un panorama poco alentador: 8 de cada 10 empresas redujo su producción y el 90% vio caer sus ventas. Además, ya se registran 5.000 despidos y más de 10.000 suspensiones en el sector.
Frente a una crisis industrial cada vez más alarmante, el sector textil y de indumentaria se advierte como uno de los más perjudicados co más de la mitad de su industria paralizada.
“De cada 10 máquinas, 6 se encuentran paradas», alertaron desde el sector que enfrentó en el primer semestre del año una contracción del 20% en su nivel productivo y una caída del 40% en las ventas, que todo indicaría podría sostenerse hasta la temporada de verano 2025.
Las proyecciones en materia económica indican que el contexto de recesión continuará en lo que resta del año afectando los diferentes rubros de la cadena de valor: desde la fabricación de hilados, telas, indumentaria y la comercialización de máquinas, insumos y bienes finales.
Las pequeñas y medianas empresas se muestran en alerta tanto por la caída del poder adquisitivo y del consumo doméstico (88% tuvo baja en sus ventas internas) con adelanto de promociones por falta de ventas.
Asimismo preocupa el impacto de la apertura importadora que en estos días tuvo un nuevo capítulo con la eliminación del control aduanero del etiquetado de los productos textiles y de calzado que, aseguran, generan “competencia desleal y también perjudica a los consumidores por la posible menor seguridad y calidad de esos productos”.
Según el último dato difundido por INDEC, el uso de capacidad instalada de la industria se ubicó en mayo en 56,8%, dando cuenta de una fuerte caída de la actividad (11 puntos menos que hace un año), por detrás de la crisis de la pandemia en 2020.
Notas que te pueden interesar: “SE REGLAMENTÓ EL IMPUESTO A LAS GANANCIAS”