En un contexto de creciente preocupación por la libertad de expresión, más de 2000 periodistas y comunicadores han firmado una solicitada exigiendo un cambio en las políticas públicas. Este llamado a la acción se produce en medio de un 7 de junio, Día Nacional del Periodista, marcado por ataques a la prensa y salarios insuficientes a nivel nacional.
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) ha expresado su apoyo, destacando la importancia de defender el oficio periodístico y el derecho a la información.
La situación actual del periodismo en Argentina ha sido descrita como uno de los peores momentos para la libertad de expresión en los últimos 40 años de democracia. En los primeros seis meses de este año, la relación entre el gobierno nacional y los medios de comunicación ha sido tensa y conflictiva.
El presidente Javier Milei ha sido acusado de agraviar y atacar a periodistas, además de restringir el acceso a eventos de interés público y reprimir violentamente las coberturas de noticias.
Las medidas adoptadas por el gobierno incluyen la eliminación de la pauta oficial y la parálisis del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA), lo que ha estrangulado financieramente a los medios privados y sin fines de lucro.
Asimismo, se ha evidenciado un intento de desmantelar los medios públicos, con el caso emblemático del cierre de la agencia Télam y la reducción de la actividad de Radio Nacional, TV Pública y otras plataformas de contenidos públicos. También se han registrado ataques cibernéticos coordinados contra comunicadores, exacerbando la situación de vulnerabilidad de los periodistas.
Estos actos forman parte de una política más amplia de ataque a la cultura, que incluye el desmantelamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y el vaciamiento del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom).
Los firmantes de la solicitada subrayan que la libertad de expresión y el derecho a la información, consagrados en la Constitución Nacional, son fundamentales para la democracia. Denuncian que la precarización laboral y los salarios de pobreza están destruyendo la profesión periodística, haciendo cada vez más difícil ejercerla con calidad.
Los periodistas reiteran la necesidad de que el Estado se abstenga de censurar y fomente políticas públicas que apoyen la cultura y la comunicación inclusiva, esenciales para una sociedad democrática.
Notas que te pueden interesar: «ATE NACIONAL SOBRE LOS DESPIDOS MASIVOS»