Este martes, el juicio por la muerte de Diego Maradona vivió un nuevo giro inesperado. Mientras se desarrollaba una audiencia decisiva, salió a la luz un hecho que podría cambiar el rumbo del proceso: la jueza Julieta Makintach, del Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro, fue acusada de grabar en secreto una miniserie documental durante las audiencias, sin consentimiento de las partes.
Frente al revuelo generado, Makintach decidió dar un paso al costado. En sus propias palabras: «No tengo más que hacer lugar a la recusación planteada». Con esta declaración, la magistrada confirmó su apartamiento del proceso, abriendo la puerta a un posible reinicio del juicio.
La jueza negó haber visto o aprobado el guion del supuesto documental y afirmó que solo brindó una entrevista antes del inicio del debate oral.
Con la recusación de Makintach aceptada, crece la incertidumbre sobre la continuidad del juicio. No se descarta que el proceso pueda ser declarado nulo y tenga que volver a foja cero, lo que implicaría una demora considerable para una causa que ya lleva años en el centro de la escena judicial y mediática.
Por ahora, el futuro del debate oral por la muerte del Diez está en suspenso. Lo cierto es que, una vez más, el juicio se ve eclipsado por controversias externas que amenazan con dilatar la verdad.